o tempestad del mar,
donde nadan los tritones y las sirenas cantan melodías que embelesan a los navegantes.
Escríbeme en el trino de los pájaros
que gorjean alborotados cada mañana
de primavera en mi ventana.
Escríbeme en la fragancia
de la savia de los arboles
que se mecen entre mis suspiros
cuando te nombro enamorada.
Escríbeme entre las nubes que danzan
en el cielo anunciando la lluvia bendita
sobre la tierra sedienta.
Escríbeme con tus manos palomas
que gustan anidar en mi cintura.
Escríbeme con tus labios sedientos
del roce de mi piel de seda.
Escríbeme con tu voz susurrante
como la dulce brisa que acaricia
mis atardeceres en el jardín.
Escríbeme en la noche como la luna
que se escurre entre las rendijas
para quedarse dormida
entre mi edredón y mi almohada.
Escríbeme con olor a tierra mojada
que llega del sur en la madrugada.
Escríbeme amor, con letras danzarinas,
con caricias, con besos,
con la humedad de las lágrimas,
con el azul de la nostalgia en la distancia,
con el rojo de la pasión entre las sábanas
bañadas de éxtasis y sudor.
Escríbeme amor, que tus palabras son
el dulce sustento con que se alimenta mi alma