jueves, 21 de febrero de 2013

La amistad entre el hombre y la mujer


 

La amistad entre hombre y mujer se ha visto siempre muy influenciada por la diferenciación sexual y en gran medida por la diferencia socio-cultural entre los papeles masculino y femenino que el individuo se siente obligado a desempeñar.

El apelativo de «sexo débil» es una carga que la mujer ha tenido que soportar desde tiempos inmemorables. En el siglo pasado, por ejemplo, era una respuesta típica y habitual el que la mujer se desmayase con frecuencia ante una situación vergonzosa o un acontecimiento un poco «fuerte». La histeria era considerada como un trastorno ligado a la condición femenina. Había, en suma, un conjunto de patrones de comportamientos que definían claramente lo masculino y lo femenino: el hombre era fuerte, el luchador y el protector de la mujer delicada, débil y vulnerable. Pocas diferencias de fortaleza se establecían entre las mujeres y los niños, considerados ambos como grupos humanos a proteger por el varón y con escasos derechos en la sociedad. Esta concepción se ha ido manteniendo de generación en generación a través de la cultura y educación de los niños, que ya desde muy pequeños aprendían a discernir claramente cual era su papel.

El continuo condicionamiento que induce a las niñas a dirigirse en un sentido y a los niños en otro y, sobre todo, el grado de superioridad conferido al muchacho, hacen difícil que el trato entre ambos sea amistoso y equilibrado. Los chicos, siguiendo los valores culturales, tratan a las niñas como seres inferiores y en la adolescencia como objetos sexuales. La chica, por su parte, está también implicada en este juego, asumiendo su condición que se ve mantenida por una notable desigualdad en su oportunidad de adquirir la experiencia social y sexual del muchacho. En realidad, es difícil y raro que en estas circunstancias un chico y una chica desarrollen el tipo de amistad e intimidad que serían capaces de mantener con amigos o compañeros del mismo sexo.

Cuando son adultos, la concepción clásica que se tenia era que los hombres tienen su trabajo, sus noches para irse «de copas» con los amigos y sus fines de semana para dedicarlos al deporte. Mientras que la mujer era relegada a cuidar de la casa y la familia, a hablar por teléfono y a ir de tiendas con las amigas. El problema no era sólo que el trabajo y las responsabilidades estuvieran desigualmente repartidos, sino que hubiera tan pocas posibilidades de que hombres y mujeres se vieran como amigos e iguales, compartiendo sus aficiones e inquietudes.

En la actualidad, en muchos lugares se está desarrollando un buen trabajo en el ámbito educacional. Así, la mujer va alcanzando su merecido puesto en el plano sociolaboral, lo que facilita una mayor comunicación con el hombre en un nivel de igualdad. Superadas las lógicas barreras que pueden surgir con motivo de la competencia, es factible una relación amistosa al disponer de un amplio arsenal de motivaciones e intereses comunes que ponen al hombre y a la mujer en el mismo bando en estrecha colaboración.

Tal vez existe un riesgo que indudablemente va a modular la amistad entre hombre y mujer: el inevitable impulso sexual. Entre una amistad profunda y sincera con un alto nivel de compenetración y el amor existe una frontera muy imprecisa; probablemente la existencia o no de atracción sexual sea el factor que incline la balanza hacia uno u otro lado. Y la sexualidad es algo que unas veces con claridad y otras de forma insinuada, consciente o inconscientemente, impregna toda relación y comunicación estrecha entre hombre y mujer.





martes, 19 de febrero de 2013

Enamórame de nuevo

¿Recuerdas… cuándo me celabas hasta del aire
y sin embargo seguías mirando a todas?
¿Cuándo robabas flores del parque para mí?
¿Cuándo me volvías loca mandándome mensajes?
¿Cuándo querías ser mi gel de ducha?
¿Cuándo me despertabas con un beso?
¿Recuerdas cuando querías ser mi todo?
¿Y…ahora que eres mi todo, dónde estás?
Ahora estás cansado
y entre la oficina y tus amigos
ya no te queda tiempo para enamorarme
hasta hacer el amor se ha vuelto una rutina
¿Y si me enamora otro?
¿Y si yo también le doy de comer a mis ojos?
¿Y si yo también me dejo morir en la costumbre como tú?
Enamórame de nuevo, todavía estás a tiempo
No creas que siempre estaré aquí
¿Quién sabe? ¿Quién sabe?
Si cuando tú quieras estar conmigo
yo no quiera estar contigo…


En silencio


Vacía, vacía…
Vacía estoy.
Camino por el borde
de la oscuridad,
caigo y caigo
en el abismo.
Muero en este silencio
que me condena
a extrañarte.
Cientos de quejidos
rompen el cristal.
Tengo miedo,
mucho miedo
a este desierto,
que crece y crece
ahora que ya no estás.
Flores azules me atrapan
crecen en mi alma
envolviéndome en soledad.

Desde que te tengo


Desde que te tengo
No camino, fluctúo entre las cosas

Ando regalando sonrisas
No sé lo que hago
Y cuando te veo
mi corazón se acelera
tus ojos me hipnotizan
mis manos tiemblan
Se me acaban las palabras
no sé lo que digo
mucho menos lo que escribo
Desde que te tengo
la vida se abre ante mis ojos
con mil colores
Descubro tantas cosas
que antes no veía
Disfruto de tu compañía
de tu beso ardiente
de tu caricia tibia
Desde que te tengo
vivo dibujando corazones
Y me dicen que estoy boba
que parezco loca
cuando con el viento
te mando miles de besos
y me rodeo del silencio
de ese silencio tan nuestro
en cada amanecer.

En la soledad de las palabras

Somos dos ángeles sangrando en el abismo,
un sol y una luna oscura temblando en soledad
Somos un grito que nadie escucha
el silencio que retumba en las mentes
Somos un alarido clamando libertad
una grieta que estremece el alma
Somos corazones rotos unidos bajo un mismo cielo
un infierno de voces y lamentos
Somos un paraíso que no existe
un dios que no esta
Somos un amor que crece entre sombras
un llanto en la eternidad
Somos simplemente humanos
queriendo ser algo más.

Esta noche en que te extraño

En esta noche en que te extraño
en que soy una estrella más de tu cielo
En esta noche mientras duermas
me meteré en tu sangre
latiré en tu pecho

Soñaremos juntos
en un paraíso eterno
Invisible te envolverá
el calor de mis manos
el dulce sabor de mi boca
Tatuados en tu piel
quedaran mis besos
y mis caricias serán
esculpidas en tu alma
con el fragor de mi fuego.

Te soñaré despacio y en silencio
besaré tus labios, tu cuerpo,
sin rienda y sin freno
como una amazona
cabalgaré entre tus deseos

Jugaran las lenguas
entre llamas de amor
y me devoraré tu alma
a pequeños sorbos
lameré tus heridas
y entre gota y gota
derramaré caricias de fuego
sobre tu piel .


Dulce secreto

Me pregunto:
¿qué es esto que siento?

sin que se aceleren mis latidos.

De pronto el tonto
al escuchar tu nombre
da un brinco.

Y con el corazón palpitante,
gritó desde el silencio:
¡No siento nada!

Corazón delator,
maldito traidor de mis emociones.

¡ya cállate!

Que nadie sospecha aún,
que estoy enamorada.

A mi soledad



Sola ,veo pasar las horas sin sentido,
ven, dame tu mano caminemos juntas
mi querida soledad,
a nadie le importo ya
ven ,vamos a leer,
ven ,te contaré un cuento
de princesas olvidadas,
de sueños rotos,
ven , otra noche más
que dormiremos juntas
arrulladas por la luna,
ven ,amiga mi incondicional,
amiga mia ,mi querida soledad.



Nos une el amor

Me dices :me dejas solo
yo digo :tú me dejaste ¿cuántas noches?


y hace un rato…

yo no te tengo ni tu me tienes

¿así qué cómo es que nos dejamos

sin tenernos?

¿cómo es que nos amamos

sin tenernos?

¿como es que nos extrañamos?

¿Cómo nos acariciamos el alma en cada palabra?

¿Cómo con cada suspiro derretimos las distancias?

Bendito misterio el de tus manos

que me hechizan sin tocarme

dulce veneno el de tu boca

que me provoca sin rozarme

en cada estación del año

Maldita ilusión esta sensación

de sentirnos mutuamente

de amarnos desesperadamente

a través de la distancia

el dolor se escapa de los caminos

cuando nuestros cuerpos se funden

entre estragos y sin suerte

Esclava obsesión esta

la de sentirme tan tuya sin serlo

de sentirte tan mío sin tocarte

loca obstinación la mía

la de soñarte en cada encuentro

en cada desencuentro

divina imaginación

que invade mis pensamientos

haciendo realidad mis sueños

Entonces ni yo te dejo

ni tú me dejas

el amor nos une

nos une el sentimiento

nadie olvida a nadie

cuando realmente se ama

¿Te pusiste alguna vez a pensar en eso?

El placer del coco

El entró en su boca, ella cerró los ojos con asco. Ella siempre había pensado que sabia asqueroso aquello, aunque nunca antes lo había probado o pensándolo bien, tal vez si, una vez había hecho el intento, pero solo de olerlo cerca de su boca, había comenzado a vomitar.
El la miraba con los ojos llenos de expectativa y una rara mezcla de angustia y deseo.

Ella dejo que su lengua lo saboreara, estaba duro y caliente, pero… el sabor de la crema que él había puesto en el extremo, la había hecho desearlo, esa combinación de calor y frio, tan dulce, le hizo sentir que el budín de coco, que su padre le había preparado, era lo más delicioso, que había probado, en toda su vida.

Un bello sueño...

La navidad se acerca, estas fiestas resaltan las ausencias...creo que me iré a dormir...
de pronto llaman a la puerta, una voz conocida del otro lado dice: ¿recibes visitas?
abro y...ahí estaba ella con su sonrisa hermosa, son sus manos suaves como pétalos de rosas con sus ojos dulces, con su mirada tierna, con sus cabellos iluminando su rostro como una aureola celestial.
¿Qué haces aquí? atino a decir (mientras mi mente me alerta ¡pero si está muerta!)
me pierdo en sus brazos ,la beso ,la abrazo el tiempo se detiene ,vuelvo a mirarla ,la huelo, siento su calor(esto no es real, no puede ser) grito :¡no quiero dejarte ir nunca más ,te quiero mamá, te necesito tanto...!sonríes y susurras en mi oído: vengo a quedarme...Suena el despertador ,las lágrimas resbalan por mis mejillas ¡ sé con certeza que nunca volveré a estar sola! tu perfume inunda la casa ,tu presencia se respira en el aire...

Nunca debí escribirte

No creas que es fácil llegar a mi corazón
Aun no sé si es amor

o solo eres un invento de mi imaginación.
Hoy mi corazón es tuyo
pero el tuyo…¿ de quién es?
Si doy un paso, tú retrocedes tres
¿A qué juegas?
Que cuando doy vuelta la cara
te encuentro frente a mí de nuevo.
Me buscas, te escapas
después me persigues.
Quisiera gritar aférrame al dolor de tu piel
pero el miedo paraliza mi voz.
Aférrate a la tersura de mis labios
que te nombran…
Dame libertad para soñarte esta noche…
Pero las sombras me recuerdan
que ya caí una vez,
entonces vuelvo a ponerle cerrojo
a todas las puertas que abriste
y arranco este amor de mi
antes que eche raíces
y duela de nuevo ,
mucho más…
escucharte decir adiós.