Su nombre aun palpita entre los pliegues de mi almohada
su perfume se huele en las noches solitarias
y el viento de la tarde sabe cómo se llama
porque en gritos de silencio me ha escuchado nombrarlo



Cariño mío
Un beso anhelo de tu boca de sal
un beso que quite el dulce sabor del dolor
un beso encendido en el agua
un beso exquisito en silencio

no pido nada más.