viernes, 13 de diciembre de 2013

Con las manos vacías

   




EL barco no vió morir a la estrella,

que solitaria en la noche,
brilló con más fuerzas que nunca,
convirtiéndose en una supernova.

El barco estaba triste,
pero no era por ella
y después de la explosión,
solo quedó un gran agujero negro.

La niña tonta dejó de ser tonta,
se juró que nunca más,
nunca más ,volvería amar a nadie.

Rompió todos los cristales,
para no ver la felicidad,
que siempre la rozaba,
pero nunca se quedaba.

Cerró todos los puentes,

todas las bahías,
todos los puertos…

Su corazón ya no latía...
cuando terminó de escribir,
ya no era la misma.

Un ser oscuro y vacío,
le sujetó las manos ensangrentadas.
Ya no respiraba.

Los espejos le devolvían,
la imagen destrozada,
de la que una vez fue hermosa.

Juntó los pedazos de su corazón
y los hundió en el fango

¿Para qué necesitaba un corazón?

¿Para qué ,si ya lo había perdido todo?
Y se fue sin decir adiós,
como llegó…con las manos vacías.
             

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