Cuando mires atrás y veas
todas las cosas que pasaron
y que dejaste pasar,
comprenderás el sentido
de vivir día a día,
no vivir por vivir
nada más para pasar la vida.
La vida pasa sola
y es fugaz, por eso
no hay que dejar
que las oportunidades
vuelen al lado tuyo.
Hay que atraparlas
porque ya no vuelven.
El arrepentimiento
no es una solución
y los lamentos te nublan.
Las oportunidades
se escapan peor.
Cuando mires atrás y veas,
estarás en la puerta de salida
y ya no podrás volver atrás.
Pero ahora estás a tiempo.
Seguí adelante sin lamentos
tomando todo lo que puedas tomar.
Mañana será tarde, ayer ya pasó...
Viví hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario