Me dije éste invierno
no habrá frío ni días grises
pero hubo un eclipse y después otro
el sol perdió su brillo
y se tornó frío
la luna se vistió
de rojo fuego
encendiendo en el paraíso
estrellas antiguas
casi extintas y olvidadas
que con serpientes milenarias
viajaron por el grito desgarrador
de un ruiseñor moribundo
los duendes invernales
agotados de tanto dolor y llanto
al ver la primera flor
suspiraron
ya casi es primavera
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